Mañana día 10 tenemos eclipse de Sol. Yo siento esa oscuridad ahora mismo eclipsando mi vida y probablemente para muchas personas esté siendo una etapa difícil. Así lo siento con las personas que me rodean y lo veo en los acompañamientos. Quizás no sean tiempos fáciles y también quizás es una oportunidad para mirarnos y ver lo que normalmente no queremos ver ni afrontar sobre nosotrxs mismxs.

A lo largo de mi vida me volví una experta evitándome cuando me sentía mal. Pero ni desarrollando todas las estrategias habidas y por haber he logrado sentirme bien. Al menos no desde esa presión que me imponía. Este eclipse me ha mostrado lo que más necesitaba ver de mi misma. Mi capacidad de no abandonarme cuando todo parece estar a oscuras a mi alrededor.

Si bajo el ruido al mínimo y me doy el espacio siento que hay luz dentro de mí, y en mi caso no se expresa en forma de frases motivacionales. Me susurra que lo que sea que esté sintiendo está bien, se expresa siendo amable conmigo y diciéndome que lo que sea que necesite ahora es bienvenido. Se expresa como mi mejor amiga, me envuelve en su burbujita y me dice que se quedará conmigo siempre, incluso en los momentos en los que no veo luz.
Este es el mejor regalo que me puedo hacer a mí misma. «Estoy aquí. Nunca estarás sola. Cierra los ojos y acurrúcate conmigo en la hoguera que esta oscuridad, como todo en la vida, también pasará.»