Los acuerdos son la base de una relación sana. Son más que necesarios especialmente cuando salimos de la normatividad y nos damos cuenta de que necesitamos una nueva definición de fidelidad.

Pero los acuerdos pierden su función cuando dejamos que nos estanquen de nuevo, cuando no nos permiten ir explorando. Porque el amor libre para mí es que podamos sentirnos libres de redefinirnos, de pedir, de manifestar nuestras necesidades.

Y está genial si temporalmente necesitamos una pausa en las negociaciones, pero siendo conscientes de que quizás la otra parte no está del todo cómoda con el «contrato» actual y abriéndonos a escuchar esa necesidad en el futuro.

Es crucial mantener el compromiso de ir evolucionando hasta que ambas partes no sientan que están haciendo un gran sacrificio, sino que sientan que pueden expresarse libremente siempre que lo necesiten.

Esa al menos es mi definición de amor libre.