Desiguales complementarios
27 septiembre, 2022

En las sesiones individuales o de parejas que hago, uno de los temas con los que más veo que nos encallamos es el concepto de “equidad”.

Si yo hago X tú tienes que hacer X porque sino la relación es injusta y descompensada.

Es curioso porque realmente en la mayoría de relaciones aceptamos que a ti te puede gustar hacer puenting y a mí no. Puedo preferir quedarme en casa haciendo otras cosas y eso está bien.

Pero cuando hablamos de los afectos y el sexo… AH! ahí es súper injusto que alguien esté con más de una persona y la otra persona no. Aparece la culpa o la reclamación.

Pero te voy a decir algo: las parejas mono-poli existen.

Sí; parejas en las que una de las partes es monógama y la otra es poliamorosa. Es exactamente eso.

¿Cómo puede ser?

Pues puede ser, porque, como he compartido en mi último post:

No tiene que ser la idea de EXCLUSIVIDAD o NO-MONOGAMIA lo que defina la EQUIDAD en una relación.

Y es que…

  1. Aunque yo sea monógama porque las otras personas (independientemente de los años que lleve en una relación) nunca me atraen lo suficiente como para que me apetezca explorarlo, no significa que tenga que pedirte a ti lo mismo. 

  2. Aunque tú vivas las relaciones de forma no-monógama no significa que a mí me tenga que apetecer.

Punto.

Los celos se trabajan IGUAL.

La envidia se trabaja IGUAL.

La culpa se trabaja IGUAL.

Seas monógam@ o no.

El trabajo de inseguridades y celos está (o debería estar) en CUALQUIER formato relacional, incluso en una relación entre dos personas que se consideran monógamas.

Y luego, aunque en eso funcionemos diferente, podemos sentirnos muy felices con lo que sí tenemos en común y compartimos. Quizás nos flipa ir a ver pelis de culto. Quizás nos encanta la electrónica y vamos de festival en festival. Quizás nos une nuestra pasión y entrega en la crianza.

Y está todo OK. Sin más.

8 Comentarios

  1. Trilce

    Ojalá fuera IGUAL de fácil decirlo que hacerlo

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    • Lídia

      Sí, por supuesto llevarlo a la práctica es lo más difícil. Ánimos! y gracias por tu comentario 🙂

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      • Lorena

        ¿Cómo se hace en la práctica? ¿Con todas las creencias e inseguridades que cargamos?

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        • Lídia

          Pues no es fácil, no. Aunque es un camino que, si se va haciendo y trabajando, puede ser muy potente y liberador.

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  2. Desi

    Gracias Lídia por hablar de este tema y muchos otros. Tus reflexiones siempre nos ayudan y nos dan un punto de vista diferente. Desde mi experiencia personal tengo que decir que estoy en una relación mono-poli desde ya hace más de cuatro años y no ha sido nada fácil aceptarlo y vivirlo con plena libertad. Aunque me considere una persona de mente abierta, la educación monógama recibida me ha marcado mucho y ha habido muchos momentos de dudas y inseguridades. Sobre todo de celos por mi parte. Si que tengo que decir que la comunicación y el amor es clave en nuestra relación y como también lo es tener «proyectos» comunes a corto/medio plazo. Todo esto ha hecho que trabaje en mi misma, resolviendo así mis dudas y temores. Pero si que tengo que decir que el hecho de «pertenecer» a esta comunidad si que me ha abierto las ganas de conocer otras personas con las que quizás poder tener relaciones sexoafectivas. Pienso que también puede haber espacio para personas como yo que hemos crecido en un mundo monógamo y por circunstancias de la vida nos hemos encontrado con personas poliamorosas que nos despierten ciertas curiosidades. Sin necesidad absoluta de tenerme que etiquetar como mono o poli. Al fin y al cabo se trata de darme la oportunidad a conocer otras personas y compartir nuevas experiencias y disfrutar del encuentro sin hacer daño a nadie y siempre desde el respecto y la sinceridad.

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    • Lídia

      Pues sí, hay espacios para conocer gente sin la presión de crear vínculo, claro. Simplemente compartir las vivencias y tener un punto de vista similar puede ser muy sanador. Si eres de Barcelona y puedes venir a alguno de los poliencuentros que organizo, estaría genial 🙂 Un abrazo!

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  3. Alex

    Creo que el problema principal a la hora de abrir la relación y tener relaciones sexuales por separado, es precisamente eso, que mientras que el puenting ya se hacia por separado, el sexo siempre fue compartido. Y claro, dejar de hacerlo, sumando todos los prejuicios que tenemos alrededor del tema, pues no ayudan.

    Pero si, cuando aprendes que lo importante es tener el derecho a hacerlo, y no la presión de hacerlo o no hacerlo para estar en “equidad”, es cuando aprendes a ser más feliz.

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    • Lídia

      Totalmente, creo que quitarnos el peso de lo que «hay que hacer» según la sociedad ya libera un montón. Y luego sí nos toca hacer nuestra parte, claro 🙂

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